La danza oriental

La danza en general, existe desde que el ser humano sintió la necesidad de expresar sus sentimientos, y no es más que la combinación de movimientos rítmicos del cuerpo siguiendo una música. Podría decirse que que es una coordinación estética de movimientos corporales, por ello es otra forma de arte, como lo es el canto, tocar instrumentos…

Las pinturas rupestres nos han permitido conocer que en los pueblos primitivos se danzaba, y que dichas danzas eran siempre colectivas y que tenían que ver con la caza, la muerte, los actos sociales y con los cultos religiosos. Así en todos los pueblos primitivos las danzas tribales servían para expresar sentimientos de amor, odio, posesión, adoración, dolor, terror, alegría… se danzaba también simplemente para divertirse o celebrar algo.

El arte paleolítico y neolítico además nos muestra una amplísima serie de esculturas de figuras de mujer, imágenes con vulvas, nalgas y pechos prominentes, gestantes, todas con el triángulo púbico resaltado… y algunas de estas danzando… pero sobre esto hablaremos más adelante.

En la Antigüedad Clásica (Egipto, Grecia y Roma), la danza tuvo gran importancia, y es que las más profundas emociones de la humanidad, se han traducido siempre en movimientos. En Egipto es ya muy patente el uso ritual y ceremonial de la danza, prueba de ello son las numerosas danzas dedicadas a Isis.

Con la llegada del Cristianismo, comienzan a vigilarse las danzas, ya que muchos Cristianos usaban danzas profanas en los cultos religiosos. Pronto empezarían a cuestionarse el sentido de la danza y la música al paganizarlos. En otras culturas no mediterráneas, también se usaba la daza con el fin de atraer a los dioses, esto ya lo vemos en China y Japón 1000 años a.C. En el Nuevo Mundo, América, había una fuerte corriente de danzas religiosas y chamánicas que se irán viendo reconvertidas con la llegada de los misioneros cristianos.

Ya en la Edad Media (S.IV a S. XIII-XIV) la danza fue uno de los artes menos desarrollados, y es que es en esta época cuando el control de la sociedad estaba ya claramente en manos de la Iglesia, y esta se mostro siempre severa con el baile por considerarlo una manifestación profana. El baile en la Edad Media se permitía únicamente en contadas ocasiones, en los coros de las iglesias o en las puertas de los cementerios. Las procesiones y danzas circulares sagradas solían ejecutarse en la dirección que seguía el curso del sol. Solamente las danzas tristes o de lamentaciones giraban en sentido contrario. Las danzas profanas europeas fueron absorbidas por los juglares y llevadas a los salones de las cortes, donde los bailarines se alternaban con acróbatas o titriteros.

En el Renacimiento (S.XV-XVI) la danza se convirtió en una actividad importante de la vida cortesana, primero en Italia, después en Francia, Inglaterra, Alemania, España. Las danzas de esta época estaban sujetas a gran cantidad de reglas, lo que precede a la concepción de la danza como una disciplina. Paralelamente a las danzas cortesanas, las danzas populares ocupaban cada vez un lugar más importantes en las fiestas y celebraciones.

Ya en el Barroco (S.XVII- XVIII), la danza tuvo su máximo esplendor en Francia durante los reinados de Luis XIII y Luis XIV. Las danzas cortesanas se pusieron de moda. Durante el Barroco, Francia ocupó el papel más importante en el desarrollo del Ballet. Europa entera se disputaba los maestros y bailarines franceses, por lo que fueron ellos los que pudieron establecer la bases de la danza clásica internacional. De este modo podemos decir que el Ballet nace en los festines del Renacimiento de las cortes francesas, y es así como irá evolucionando convirtiéndose en un arte complejo, académico y profesional.

En los ss. XVIII y XIX en Europa se crearon las danzas nacionales de carácter popular. En la Danza Moderna (S.XX) no existen pasos básicos establecidos como en el ballet clásico. La libertad de movimientos y la expresión corporal unida a la luz y el sonido, hacen de ella un espectáculo imaginativo y libre que descubre cada vez mejor las posibilidades estéticas del cuerpo humano.